Un 21 de noviembre de 1610, Santa Juana de Lestonnac ofrece a Dios el fruto de su obra educativa, como signo de gratitud y agradecimiento al creador.
El relato histórico de esta celebración dice: "Entonces Santa Juana de Lestonnac se sintió inspirada a ofrecer al Señor los primeros frutos recogidos por su Orden y consagrar a la Santisima Virgen a sus alumnas y la escuela, poniéndolas bajo su protección."( H.O, pág.120-121). Así como los padres de la Virgen María, Ana y Joaquín, la presentaron en el templo, Santa Juana de Lestonnac presenta a sus alumnas a Dios, consagrándolas a la Virgen.
Hoy cuatro siglos más tarde, uniéndonos a la Compañía de María universal que celebra los 400 años de misión educativa, presentamos como colegio los frutos de nuestra obra evangelizadora y humanista.
Nos ponemos bajo la protección de nuestra Madre y le pedimos en forma especial por los alumnos de cuarto medio que egresan, para que ellos acojan a María en sus vidas y la tenga como modelo y protectora.
"Llamados a ser una Compañía de personas creyentes que, enraizados en el Señor Jesús, en el Señor pobre y humilde, desean seguirlo con toda sus fuerzas en medio de la vida cotidiana" (XV Capítulo General )
