martes, agosto 24, 2010

APOSTOLADO

El Iº Medio C, nos comparte su experiencia en el Apostolado. 
Agradecemos a su profesora Jefe y todos los jóvenes que han participado.

Testimonio.
"Nuestra experiencia de este viernes recién pasado en el hogar "Posada del Niño" fue así:
Llegamos al hogar y entregamos todo lo que les habíamos llevado, como pañales, útiles escolares y zapatillas. Nos dirigimos hacia la puerta, donde habían dos niños jugando. Vino una de las tutoras y nos abrió la puerta de una habitación para dejar algunos dulces que habíamos traido, para ir entregándolos poco a poco. Luego salimos y comenzamos a jugar con los niños; yo creo que comparando con nuestra anterior visita, los niños se distanciaron más de nosotros y no estaban igual de entusiasmados, pero luego fuimos acercándonos, conversando con ellos y ganándonos su grata confianza.
Como ya sabemos, cada uno de ellos tiene una historia diferente, y esta difícil realidad que les ha tocado vivir se ve reflejada tanto en sus acciones, como en su actitud, mirada y palabras. Es por esto que nosotros tratamos de tener la mayor paciencia posible, y entregarles mucha alegría y cariño en el pequeño rato que estuvimos con ellos.
Los hombres con los niños más grandes organizaron un partido de fútbol, con una pelota que les habíamos llevado de regalo. Ahí muchos se entusiasmaron. Mientras tanto, las mujeres estuvimos con los niños más pequeños jugando, corriendo, conversando y compartiendo unos bonitos momentos.
Al igual que en nuestra primera visita (esta es la segunda), la despedida fue muy triste. Un rato antes de irnos les dimos bolsitas con dulces a cada uno, y al despedirnos podíamos ver una mínima sonrisa de alegría en sus rostros.
Cuando ya estábamos de camino de vuelta hacia el colegio, creo que cada uno de nosotros reflexionó sobre todo lo que vimos y vivimos en aquella visita. Personalmente, aunque yo ya había asistido a la primera visita, salí sorprendida y con muchos sentimientos encontrados. Por un lado una tristeza inmensa, ya que esos niños tienen una vida muy complicada y dura siendo tan pequeños. Y por otro lado, la alegría de tener la posibilidad de entregarles un poco de amor y diversión; para poder ver en ellos una sonrisa.
Esta visita nos hizo pensar a todos sobre las cosas que tenemos (no solo materiales) y la afortunada vida que nos tocó vivir, esto hace que agradezcamos profundamente todo aquello.
Nuevamente muchas gracias por darnos la posibilidad de ir a este hogar, y con mucho gusto y entusiasmo seguiremos llendo para ayudar y compartir con estos niños, que bien merecido lo tienen. Hasta pronto Posada del Niño!!!

Testimonio de Lucía Sidders I°C
Editado por Cristina Ríos I°C 

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